En la entrada de hoy quiero daros varios motivos para no dejar de entrenar durante el verano y, además, algún que otro consejo para hacer vuestros entrenamientos más llevaderos.
Son muchos los que entrenan duro prácticamente todo el año (9-10 meses, en el mejor de los casos), pero una vez llegado el verano, abandonan el hábito presos de malas excusas como, la falta de tiempo o el calor. Pero, ¿es suficiente con entrenar unos meses y después «vivir de rentas»? Evidentemente, la respuesta corta es, no. Analicemos el porqué…
Lo primero que debemos explicar es que no es lo mismo descansar o dejar de entrenar una semana o diez días, que dos meses. Si tus vacaciones tienen una duración de una semana y, durante esos días decides desconectar de absolutamente todo, no debes preocuparte en exceso, puesto que en el plazo de 7-10 días la pérdida de condición física es mínima e incluso, puede ser positivo de cara a recargarnos de energía y motivación.
Es a partir de las dos semanas cuando nuestra forma física empieza a verse perjudicada por el parón, perdiendo masa muscular, así como potencia y fuerza de manera más acusada a partir de la tercera semana. La parte positiva es, que si no dejamos pasar mucho más tiempo de inactividad éstas pérdidas podremos recuperarlas con relativa facilidad.
El problema viene cuando nos «abandonamos» entre uno y dos meses, que suele coincidir con los meses centrales de verano, julio y agosto. A partir de aquí es dónde la pérdida es ya prácticamente irreversible. La musculatura, la potencia y todo el sistema aeróbico habrán perdido casi el 100% de lo ganado durante meses.
¿Qué podemos hacer para no perder del todo el ritmo?
En esta parte del post quiero daros un par de ideas o sugerencias para manteneros activos durante el verano y, así, no perder la forma física por completo.
- Adáptate al entorno y prueba o practica actividades que durante el resto del año no puedes hacer. Por ejemplo, si vas a estar rodeado de naturaleza realiza senderismo, haz trekking, conquista una vía ferrata o practica piragüismo. Si por el contrario, vas a estar en una zona costera puedes disfrutar de largos paseos por la playa, subir a una tabla de stand up padel (SUP) o incluso jugar a las palas o probar con el voley playa.
- Realiza un ‘mini-entreno’ cada día (o casi todos). Es una manera de evitar la excusa del «no tengo tiempo» y así no dejar de entrenar. Se trata de dedicar 15-20′ cada día y así evitar pérdidas muy acusadas en la condición física. Te propongo que dividas los entrenamientos de la siguiente manera:
- Lunes: core
- Martes: tren inferior
- Miércoles: tren superior
- Jueves: HIIT
- Viernes: movilidad articular
- Sábado y domingo: deportes alternativos (partido de pádel, por ejemplo, o simplemente, descanso activo dando un paseo largo)
Espero que estos consejos os resulten útiles y prácticos.
¡Feliz y saludable verano en movimiento!