Decálogo para el (buen) opositor

¡Muy buenas! Después de más de un mes sin actualizar el blog, me he decidido a escribir esta entrada que seguro será de gran utilidad para los opositores de cualquier especialidad: Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local, etc. Y es que, ser opositor no es tarea fácil (los que están metidos en el fango saben perfectamente de lo que hablo). Por eso, y para ayudaros con mi parte, las pruebas físicas, hoy quiero compartir con vosotros «el decálogo del buen opositor»:

  1. Organiza tu tiempo. Es importante que analices todas las pruebas de tu oposición y organices tu tiempo para no dejar ninguna de lado. No te confíes, no pienses «esta parte es sencilla, la dejaré para el final» porque luego vienen los problemas y los arrepentimientos. Es cierto que siempre hay partes más complicadas a las que debemos dedicar más tiempo, pero trata de preparar TODAS las pruebas sin dejar de lado ninguna. Y esto incluye, las pruebas físicas. Son muchos los opositores que se centran en estudiar como locos la parte teórica y a última hora quieren hacer el trabajo de un año en apenas dos meses. Esto es misión imposible.
  2. Gestión emocional. Son muchas las emociones que se cruzan en nuestra mente durante la preparación de una oposición, tenemos momentos de alegría, tristeza, rabia, ira, etc. ¿Cómo puedo gestionar todo este torbellino de sentimientos? Por un lado, la práctica de actividad física de manera regular te ayudará a canalizar el estrés, bajar los niveles de cortisol, aumentar tu rendimiento cognitivo y descansar mejor. Y por otro lado, te recomiendo que comiences a introducir el mindfulness en tu rutina diaria.
  3. Feedback positivo. «Somos nuestro peor enemigo», es una frase que suelo repetir mucho a los opositores que entrenan las pruebas físicas conmigo. Y es que, a menudo, somos especialistas en boicotearnos a través de mensajes negativos como: «no lo voy a conseguir», «esto es demasiado duro para mi», «no soy capaz», «no estoy mejorando», etc. Es completamente normal tener momentos negativos y de bajón, pero debemos ser capaces de gestionarlos, entender que son pasajeros y que no pueden con nosotros, pues nuestro objetivo y nuestra motivación es mucho más fuerte. Así que, cuando lleguen estos momentos tenemos que transformar los mensajes negativos en positivos como: «estoy haciendo un gran esfuerzo y sin duda, merecerá la pena», «cada día estoy un paso más cerca de mi objetivo», «el camino está siendo duro, pero valdrá la pena el esfuerzo», etc.
  4. ¿Mejor entrenar por la mañana o por la tarde? Actualmente, entreno a un grupo de opositoras a primera hora de la mañana y todas coinciden en que después de entrenar tienen más energía, se concentran mejor y rinden más. Por tanto, entrenar a primera hora tiene varios beneficios: por un lado, te ayudar a empezar el día con mucha energía, y por otro, es una manera de «quitarte» el entreno de encima y después disponer de todo el día para organizar y realizar multitud de tareas. Si lo dejas para el final de la jornada, a menudo te sentirás cansado, con falta de ganas para hacer un último esfuerzo y es muy probable que tu rendimiento baje. Aun así, si tu única opción es entrenar por las tardes (ya sea por cuestiones laborales o personales), no importa, lo más importante es que cumplas con tus entrenamientos.
  5. Cuida tu alimentación. No es suficiente entrenar duro, hay que cuidar todos los detalles como parte de la preparación y la alimentación supone un pilar fundamental para alcanzar un rendimiento deportivo óptimo. Estar en tu peso y llevar una alimentación saludable y equilibrada serán claves en el proceso.
  6. Descansa. Durante el sueño se producen un montón de procesos fisiológicos que ayudan a, por ejemplo: reparar los tejidos, recuperarnos del esfuerzo, asimilar y aprender lo estudiado, etc. Por eso, es fundamental asegurar un buen descanso si quieres rendir al 100%. Algunas estrategias para mejorar la calidad del sueño son: acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, exponerte a la luz nada más levantarte (entrenando a primera hora lo tendrías), realizar la cena al menos 3 horas antes de acostarte y no mirar pantallas de ordenador, móvil o tableta unas 2 horas antes de ir a la cama.
  7. Escucha a tu cuerpo. A menudo, debido a la exigencia de los entrenamientos, las malas posturas, pasar mucho tiempo sentados y/o el estrés provoca molestias musculares. Es importante, escuchar a tu cuerpo cuando estas surgen para que una pequeña molestia no se convierta en un problema en forma de lesión. Los dos puntos anteriores, alimentación y descanso, nos ayudan a asimilar mejor las cargas del entrenamiento, pero aún así, podemos utilizar otras estrategias para aliviar tensiones y sobrecargas: estiramientos, foam roller, baños de hielo y tratamiento de fisioterapia.
  8. Entrena de manera progresiva. Para poder llevar esto a cabo el primer punto del decálogo tiene que haber quedado muy claro. Es fundamental empezar a preparar las pruebas con el tiempo suficiente para poder asimilar la carga progresivamente e ir mejorando poco a poco. Realizando un sprint final lo único que vas a conseguir es: frustración y lesiones. Frustración al ver que no mejoras al ritmo que tu esperabas y lesiones por intentar dar a tu cuerpo más caña de la que puede soportar.
  9. Más vale calidad que cantidad. Más entrenamiento, más caña, más horas invertidas, no siempre significa mejor. Un buen plan de entrenamiento no implica entrenar todos los días varias horas ni terminar en cada sesión reventado. Por eso, déjate guiar por un entrenador personal cualificado y con experiencia. Deja de seguir la tabla que te pasó tu colega para las dominadas y la rutina de series sacada de internet para preparar los 1000 metros. Al igual que para preparar la parte teórica confías en un buen preparador o academia, para las pruebas físicas debes hacer lo mismo. Igual que un médico no receta a todos sus pacientes el mismo medicamento porque cada uno necesita unas cosas, un preparador físico se encargará de prescribirte la dosis exacta que necesitas de entrenamiento para conseguir tu objetivo.
  10. Elige la opción que mejor se adapte a ti. A la hora de entrenar las pruebas físicas de una oposición son muchas las opciones que vas a encontrar. Desde entrenamientos masificados organizados por las academias a opciones más personalizadas. La mayoría de opositores que contactan conmigo lo hacen después de varios meses entrenando en la academia sin ver resultados. ¿Por qué me pasa esto si estoy entrenando 5 días a la semana? Por una razón muy sencilla, necesitas un entrenamiento individualizado, es decir, adaptado a tus necesidades, condición física, experiencia deportiva, nivel inicial, y capacidad de mejora. Dentro de las modalidades que ofrezco destaco: entrenamiento en grupos reducidos (no más de 10 personas) y entrenamiento personal (100% individualizado).